En las últimas décadas, la comarca de Requena ha sido testigo de una viticultura industrial: mecanizada, arada, irrigada y con un alto rendimiento. Los suelos se resintieron, la biodiversidad disminuyó y se perdió el equilibrio. Con Viña de Eufemia, queremos hacer las cosas de forma diferente.

Seguimos los principios de la permacultura, trabajando con la tierra en lugar de contra ella. Entre las hileras de viñas, plantamos olivos y árboles frutales que proporcionan sombra y protegen del viento: un sistema agroforestal que crece gradualmente. Pastos, hierbas aromáticas y plantas silvestres llenan los espacios intermedios, aumentando la biodiversidad y ayudando al suelo a retener el agua. Las ovejas y cabras de un pastor de la aldea mantienen el pasto corto y lo fertilizan de forma natural. Le damos al suelo el tiempo que necesita para regenerarse, practicando una forma de viticultura que no solo protege la tierra, sino que la regenera y le devuelve algo.